viernes, 4 de diciembre de 2009

OBJETIVO CUMPLIDO


La Universidad César Vallejo logró clasificar a la Copa Sudamericana.


Ahora es otro grande del fútbol peruano.


Por: César Lescano Gavidia. -Lo difícil ya se cumplió, ahora es necesario mejorar y demostrar que en el norte del país, en la región de La Libertad, cerca de la tierra del poeta santiaguino César Vallejo, un equipo de fútbol que lleva su nombre; será protagonista de la Copa Sudamericana, pese a la decidía, envidia y malas criticas de sus antagonistas, sobre todo de alguna prensa incrédula y política, el objetivo se cumplió.
Sin embargo, los versos transformados en goles y buen futbol, con los pinceles del “Pompo” Luis Cordero, la marca en soneto del “Cholo” Casas, o la lectura corrida y exigente con velocidad del “Tenchy” Ugaz, además del pundonor norteño y liberteño del “Karateca” Lee Andonayre, con versos y sonetos de los jóvenes Ramírez, Tejada y Carbajal, quedarán en el recuerdo de los hinchas vallejianos.Pero no sólo ellos, seguramente los porteros Pinto y Guevara, como testigos de los poemas transformados en gol, que desde su pórtico se llenaron de alegría, historia y recuerdo, de haber clasificado con la Universidad César Vallejo a una Copa Sudamericana, serán los más felices.
Cuantas jornadas duras han tendido que resistir y salvar de derrotas y malos ratos, pero un arquero es la garantía de un equipo y ellos lo pudieron todo. En hora buena y ha seguir mejorando para el nivel internacional.
Seguramente los extranjeros, como Demus, criticado al inicio del campeonato, Mansilla, Páez, que se fue, o el otro “extranjero arequipeño” el “Patón” Reyna, o el “Torito” Meza Cuadra, Santiago Salazar, “El Chino” David Soria y “Pundonor” de Nakaya, con “Margarito” Fieffer, “ La Chochera Vallejiana” Ricardo Caldas, con “ El Charapa” Torres, mostraron que en La Libertad, en la tierra del VATE César Vallejo, se juega buen fútbol y ahora con nivel internacional, mostraremos y diremos: “Hermanos Hay Muchísimo que Hacer”, en la Copa Sudamericana.La garra uruguaya y su equipo técnico de Mario Viera, fueron fundamentales ligó- como dicen los españoles-, un buen grupo, y bajo su dirección logró lo difícil, clasificar a la César Vallejo en una competencia internacional. ¡Felicitaciones profe! Que me perdonen a los que no se puede nombrar, pero todos son grandes y deben seguir siéndolo.
EL RECUERDO Y EL TRIUNFO.
El once de noviembre de 2007 en un encuentro a estadio lleno, el equipo de la Universidad César Vallejo se coronó campeón de la segunda división tras vencer al UTC de Cajamarca por seis tantos a cero, desde aquel momento el objetivo de su fundador el Dr. César Acuña Peralta, era regalarle a Trujillo, la participación de su equipo en un torneo internacional. Ahora después de dos años de haber regresado al fútbol profesional, los trujillanos pueden gritar a los cuatro vientos que el primer objetivo se ha cumplido.
El presidente, César Acuña Peralta en los primeros meses del año dijo: “En el fútbol es bueno quemar etapas, nos hemos propuesto este año como mínimo una Copa Sudamericana, tenemos previsto que hasta el año 2010 nuestro equipo será uno de los grandes del balompié nacional”.
En otro momento, manifestó que sus generales del fútbol – como él llama a sus jugadores- se han comprometido a salir a luchar cada partido para alcanzar el objetivo de un torneo internacional, especialmente los clásicos del Norte con los equipos del Juan Aurich y José Gálvez; o el clásico universitario con La San Martín, “Estos compromisos no vale perder”.
29 de noviembre. 2009, 3: 00 p.m. Estadio Mansiche, ante un marco espectacular, la risa y las lágrimas se mezclaban en un solo sentimiento. Aquella aguda sensación interminable de alegría se apoderaba de un plantel que hizo lo necesario para escribir un nuevo y único capítulo de la historia futbolística trujillana. Mario Viera, técnico trujillano, impecable, con un terno plomo, camisa blanca, corbata turquesa no sabía qué hacer se cogía cabeza, caminaba de un lado a otro, alzaba las manos.
El comando técnico sentado en la banca. El partido fue muy luchado, porque tanto poetas y ayacuchanos se jugaban su opción de ingresar a una copa internacional. La escuadra poeta marcaba el primer tanto a los 31' por intermedio del argentino Roberto Demus. Pero la alegría no duraba mucho porque Jean Tragodara puso el empate parcial para los ayacuchanos a los 33'.
Con el 1-1 ambos equipos se fueron al descanso sin imaginar lo que sucedería en la segunda mitad.En la segunda mitad, el equipo fue uno solo. Los "oles" en las tribunas no se hicieron esperar. César Vallejo apretó el acelerador y nuevamente Roberto Demus se hacía presente en el marcador a los 62' provocando el delirio de los hinchas trujillanos. Era el segundo tanto en el arco de Johnny Soto, y para cerrar la felicidad trujillana Antonio Meza Cuadra, a los 86', marcaba el 3-1 definitivo que lo llevará a jugar a Lima con una clasificación internacional.
La gente se desesperaba, las tribunas gritaban, la emoción de los hinchas “poetas” era indescriptible, dicha alegría ya hacía en los vallejianos que ya escribían su mejor poema. El comando técnico de la UCV alzaba los brazos para que el público aliente aún más a su equipo.
El partido estaba a punto de terminar. Miradas al cielo y abrazos entre los jugadores convertían aquellas imágenes en verdaderas postales de fe. La gente invadió el campo de juego mezclándose en un solo sentimiento de euforia y júbilo. "Este partido se lo dedico a mi familia. Es como un sueño hecho realidad.
La verdad que estoy muy emocionado con el resultado y lo hecho por estos muchachos. Han demostrado que son excelentes deportistas y buenas personas. No dudo que pueden llegar lejos en su carrera. Esta clasificación va para todo Trujillo, se lo merece", sostuvo, con la voz entrecortada, el profesor Viera.
El goleador del elenco "poeta" no podía estar ausente, ni en las declaraciones. Roberto Demus también mostró su alegría. "Sabíamos que llegaríamos lejos. Este es un grupo maravilloso. Siempre nos dimos íntegros con el equipo y con esta ciudad que cada vez se compromete más. Hoy hicimos historia", sostuvo.

jueves, 15 de octubre de 2009

Nuestro deber es informar con la verdad

Por: César Lescano Gavidia.- Es grato saber que a veces somos queridos, necesarios y condecorados. En otras, odiados, perseguidos y avergonzados. Y es que como sea, pero los periodistas peruanos debemos reflexionar diariamente y más aún cuando el primero de octubre celebramos nuestro día.
Pero hagamos un poco de historia. El día del periodista se le debe a Antenor Escudero Villar, un extraordinario hombre de prensa quien no solo tuvo la genial idea, sino el total y rotundo apoyo de los asistentes en pedir por escrito al gobierno del General Manuel Apolinario Odría, reconocer el Día del Periodista Peruano cada 1 de octubre en honor al día en que apareció el primer diario del Perú y América, el Diario de Lima, fundado por Jaime Bausate y Mesa.
El General Odría aceptó el pedido en su integridad, pero fue recién el 1 de octubre de 1953, es decir, tres años después, que mediante Decreto Supremo 2521 se instituyó el Día del Periodista Peruano, y ya en 1989, con el ex presidente Alan García Pérez, un 21 de enero toma fuerza de Ley 25001.
Pero la prensa ha pasado a lo largo de la historia por amargos momentos. Nadie olvida a aquellos malos periodistas que se vendieron al régimen corrupto de Vladimiro Montesinos y del ex presidente Alberto Fujimori. Ante ello, hoy es importante reflexionar y no olvidar lo necesaria y vital que es la ética en la profesión, esos tristes episodios no se deben volver a repetir.
Entonces desde ese momento cabe acuñar la frase: "Informad al pueblo los hechos con verdad," está escrito y éste debe ser el mandamiento que toda persona que ejerce el periodismo debe enarbolar, porque el derecho del público a la información es unos de los principios medulares de la sociedad.
El poder de la información debe estar siempre en manos del pueblo. Esta reflexión nos hace cuantificar y cualificar el valor en dedicación y sacrificios de aquellos que tienen la obligación de producir la información, pero información con objetividad, con veracidad, en suma con ética en la comprensión que "el conocimiento gobernará siempre sobre la ignorancia".
Hoy en día en nuestra patria vivimos un periodo de rápido progreso tecnológico, en medio de una explosión de métodos o formas para obtener, producir y emitir la información creándose un sistema nervioso, intrincado e instantáneo que configura los valores y la cultura; las personas quedamos más estrechamente vinculadas entre sí, porque vemos los mismos programas, las mismas noticias, los mismos comerciales vale decir la globalización ha reducido las diferencias locales, regionales.
Los medios de comunicación nos proporcionan una experiencia común y compartida. Frente a esta aceleración de métodos para recopilar y distribuir información, los medios se han vuelto empresas comerciales que dependen del factor económico y por tanto, los propietarios hacen todo por complacer al poder económico, que hoy en el Perú, depende del poder político.
Poco les importa ser leales a la audiencia o la lectoría y algunos periodistas convierten su información en nauseabunda mercancía olvidando que la libertad de información, de opinión, de expresión, es potestad del pueblo sobre el poder económico y político y no el poder económico y político sobre el pueblo. "El pueblo que aspira a gobernarse por sí mismo debe obtener el poder que el conocimiento confiere".
No confundamos ni desnaturalicemos el concepto del derecho para el ejercicio de la libertad de expresión, la libertad de prensa. como algunos venimos asumiendo; porque tiene razón el pueblo democrático cuando critica a algunos periodistas y medios de comunicación de tener conducta nociva, de ser poco equitativos, irresponsables o sencillamente arrogantes, que sin ninguna consideración, muchas veces se lesionan honras, se tuercen principios y sobre todo se desgarra al Perú.
La Declaración Hemisférica sobre la Libertad de Expresión (Declaración de Chapultepec), prescribe que "la libertad es una, pero a la vez múltiple en sus manifestaciones: Pertenece a los seres humanos, no al poder" sin libertad no será posible el ejercicio democrático y sin éste no podrá existir libertad de expresión.
Entonces, "la libertad de expresión motor y punto de partida de los derechos básicos del ser humano", es consecuentemente baluarte contra todo abuso de autoridad. Todos sabemos que "a los hombres se les apremia constantemente a aprender a convivir". Es una ardua labor. Derrumbemos el paradigma que cada vez que hacemos frente a disputa y dificultades sin precedentes, volvamos la vista al gobierno como el árbitro obligado.
En Chapultepec se ha declarado que "la lucha por la libertad de expresión no es tarea de un día; es un afán permanente; es el aliento cívico de una sociedad. Defender el día a día es honrar a nuestra historia y dominar nuestro destino". Que esta fecha nos inspire a renovar el compromiso de seguir defendiendo la libertad de expresión como homenaje a aquellos colegas periodistas que buscaron la verdad, la hicieron suya y murieron por ella.
Yo soy un joven periodista, un aprendiz, un personaje en crecimiento, un prospecto de escritor y un difuso en mis ideas, pero con esas ganas locas de hacer creer a los demás sobre lo que sucede cerca de nosotros, dicen que nuestra labor como periodistas o ahora llamados por muchos comunicadores comporta la exigencia y la conciencia de ser voz hablante. Voz que genera, multiplica, instala y legitima realidades.
Y como toda labor presenta desafíos que se deben enfrentar. Por ejemplo, revisar la concepción misma de la actividad... Comunicadores que no se preguntan, no se cuestionan y se instalan en “lo establecido” corren el riesgo de perpetuarse en escandalosa indigencia intelectual.
Una vez instalados en la rutina, grande puede ser el riesgo de construir informaciones buscando, casi en exclusividad, la espectacularidad a todo trance y, como consecuencia, excluir. Excluir sectores socio-económicos, excluir fuentes informativas, excluir espacios geográficos, excluir personas y personalidades.
De otro lado, es necesario el discernimiento sobre la dimensión teórica de la comunicación. El pragmático obra sin grandes miramientos a las consecuencias teleológicas de su accionar. El académico – y gran parte de los comunicadores provienen ahora del mundo académico- se pregunta, mira lejos, es curioso y no teme a la innovación porque está en permanente revisión de conceptos y dogmas a la luz de las nuevas realidades, mientras permanece fiel a un conjunto de principios que norman su proyecto de vida personal y social.
El comunicador, el periodista, es un trabajador intelectual, trabaja con ideas, y como asegura Isaías Berlin, “Menospreciar y negar poder a las ideas y los ideales esconde la más de las veces, intereses materiales disfrazados de eficiencia”.


Artículo publicado en el Vespertino Satélite el día 30 de Septiembre

lunes, 27 de julio de 2009

Breve reflexión por Fiestas Patrias


Por: César Lescano G.- Desde tiempos muy remotos en nuestra sociedad la festividad patria ha sido símbolo de vacaciones o regocijo, viajes, descanso personal, el disfrutar con la familia. Es cierto que estos feriados caen muy bien a todos nosotros, dependiendo del grado de labor que desempeñamos. Esto obedece a una suerte de desestrez por la agitada rutina.

Sin embargo, si vamos más allá y reflexionamos un poco acerca del aniversario patrio, podemos remontamos al pasado y recordar que estas fechas en realidad encierran un profundo significado para los peruanos: el logro de la independencia y de la lucha -hasta hoy- por ser un país libre y más justo.

En esta pausa, podemos recordar también los desfiles del mes de julio, que en este periodo han sido suspendidos para prevenir el contagio masivo de la Influenza A H1N1 o más conocida como la “gripe porcina”. Esto me lleva a la memoria las clases escolares de historia, que por cierto no eran muy bienvenidas, pero de seguro que a muchos de nosotros se nos vendrá a la mente los nombres de algunos mártires, héroes nacionales y libertadores que sin duda lucharon intrépidamente por la tan ansiada emancipación.
Definitivamente esta lucha continúa. Cada estudiante, profesional, padre de familia o simplemente un peruano que hoy se esfuerza pujantemente por salir adelante y buscar el progreso de sí mismo y de los suyos, está presente en esa lucha por un país más justo, con más y mejores oportunidades.

Cuando se me encarga escribir algunas letras sobre nuestro aniversario patrio, recordaba que días antes trataba de hacer algo sobre como los peruanos y es que me encontré con una diversidad de datos sobre algunas características de nuestra personalidad y no me sorprendió al ver que gran parte del problema de nosotros los peruanos radica en las rivalidades existentes entre los mismos peruanos y que la fragmentación es un factor que impide el desarrollo. Si bien, hoy las cifras macroeconómicas nos sonríen, también es cierto que profundas desigualdades sociales, económicas, culturales y educativas aún persisten y nos dividen.

Asimismo busqué algunos mensajes de aquellos quijotes de la educación y me encontré con los siguientes párrafos:

“Las universidades, deberían concentrarse e imitarnos en formar profesionales empeñados en ser más “personas”, en desarrollar capacidades afectivas, propositivas, proactivas, con una visión conectada al desarrollo colectivo y una misión que implique la práctica de valores, el desarrollo de capacidades, la comprensión humana de sí mismos y de los otros”.

“Para ayudar a construir un país más unido e integrado debemos estimular que la diversidad cultural del Perú logre reconocimiento y valoración, no solo en el discurso político y académico, sino en la práctica cotidiana de construcción de ciudadanía, convivencia y democracia, bajo el entendido que estos procesos forman parte integral del desarrollo del país, y que este último no puede entenderse solo en términos económicos”.

“Campañas de formación en la ciudadanía y la urbanidad. El Perú está dejando de ser un país mayoritariamente rural y nadie se ocupa del proceso de urbanización. Educar cívicamente a las personas puede hacer aminorar ostensiblemente el racismo y las desigualdades. Fomentar la equidad en la educación permitirá en un futuro mediato ir destronando el racismo y la desigualdad basada en patrones colonialistas”.

“El Perú y su gente tienen que construir la idea de “nación” y, a la vez, enseñar a construirla. Por ello, no basta con ser eficiente y global, el complemento de esos rasgos universales debe ser el saber apreciar el aporte de la historia y la tradición nacional”.

“La educación es una herramienta integradora, es por ello que en la medida que más peruanos puedan acceder a una educación de calidad las diferencias sociales, raciales y culturales se irán desvaneciendo. Los nuevos profesionales y universidades deben promover la difusión del conocimiento y desarrollar herramientas que desde su campo profesional contribuyan a generar acceso a nuevas fuentes económicas, de salud, de educación y de bienestar general”.

Finalmente terminamos esta nota deseando a toda la comunidad liberteña, unas felices fiestas patrias, no sin antes lanzar la pregunta: ¿Y tú qué opinas?..¿Qué deberíamos hacer los nuevos profesionales y las universidades para ayudar a construir un Perú más unido e integrado?...

lunes, 15 de junio de 2009

Grata visita de Don Alfredo Bryce Echenique

Cuando mencionaron en la universidad acerca de la visita del reconocido escritor, Alfredo Bryce Echenique, lo primero que se me vino a la mente fue la acusación sobre plagio, la cual el 9 de enero del 2009 un tribunal administrativo le condenó a pagar una multa de 177.500 soles (unos 42 mil euros), por el plagio 16 artículos periodísticos de 15 autores diferentes.
Cosa rara. Su frondosa imaginación de Bryce de poco le sirvió en esta ocasión. El escritor no supo cómo justificar la publicación con su nombre de un puñado de artículos que no le pertenecen. Es entonces donde las opiniones eran divididas en la universidad sobe su visita.
Resulta desconcertante comprobar que uno de los escritores peruanos más laureados del mundo hispano haya sucumbido, reiteradamente, a la tentación del plagio. Pero más decepcionante resulta leer los argumentos con los que se busca explicar la apropiación del trabajo ajeno. Insistir en la tesis de la negligencia de una secretaria resulta poco convincente
Entonces me preguntaba de ser cierto dicha secretaria debería pasar una temporada en Santa Mónica, no solo por el plagio, también, y sobre todo, por desbaratar la reputación de uno de los escritores más apreciados y consentidos por esa pequeña, pero compacta fauna de lectores que sobreviven en el país.
Bueno, el punto es que mis ansias por conocer a tal personaje crecían con el paso de los días. A mi escritorio llegaban muchos datos sobre su vida, ya conocidos desde cuando me anime a dar lectura “Un Mundo para Julius”. Vagamente recuerdo parajes de aquella obra, insigne para Bryce.
…Julius, un niño en plena edad de curiosidad ante distintas cosas, quiere vivir libremente sin prejuicios, ni desprecios, ni discriminación, quiere vivir con toda "clase" de gente, y tener unas relaciones de manera normal, de manera única, no como su padrastro que es incapaz de amar y de sentir la humanidad en su interior.
El día se acercaba y era inminente las ganas por escuchar su conferencia, en esta ocasión, “La Escritura de Mis Libros”. Además durante su visita a nuestra ciudad, presentaría su último trabajo que habla sobre el corredor de autos, Arnaldo Alvarado; “La Esposa del Rey de las Curvas”.
La conferencia estaba programada para las 7. 00 p.m. Me eligieron como maestro de ceremonia, mis nervios por estar parado ante tan magnífico escritor se hacían notar ante mis más cercanos.
Los invitados, escritores, poetas, docentes, investigadores hacían su ingreso al recinto. Alumnos de las diferentes escuelas hacían lo propio. El Dr. Alfredo Bryce Echenique, en la sala de espera junto al Rector Fundador, César Acuña Peralta, el Gerente de Administración y Finanzas, Richard Acuña Núñez y la Alta Dirección de la Universidad.
El momento cumbre estaba por iniciar. Previo a ello, le robe unos segundos y estampo su rúbrica en unos de sus libros… Para César Lescano, mi afecto y gratitud… Don Alfredo hizo su ingreso acompañado de nuestro Rector Fundador. Saludé su presencia y leí su formidable hoja de vida.
Tuve la mala suerte de no pronunciar bien un término acerca de su familia, el cual días después fue criticado por un docente colaborador de este medio. Aceptable, pero como de costumbre destruible. Sé que muchos hubiesen querido tener a un presentador de mayor trayectoria, pues creo que debemos de brindar la oportunidad a los jóvenes como este humilde servidor que escribe estas letras, pero en realidad fue un pedido de los representantes del afamado Bryce, que su hoja de vida fuese leída por el Maestro de Ceremonia.
Durante la presentación pude destacar datos de la vida y producción literaria de Bryce Echenique, así como los distintos premios que obtuvo como escritor, el autor de “Un mundo para Julius” se dirigió al auditorio por más de 45 minutos en una disertación amena, con el toque de humor que lo caracteriza y con una riqueza de lenguaje que lo colocan en el podio junto a otros grandes literatos de la narrativa peruana actual y como una de las figuras destacadas de la generación que seguiría al llamado “Boom”.
Expresiones como “La memoria inventa, crea, desarrolla… la memoria es única”, “la escritura de mis libros es la escritura de mi vida”, “la mezcla de amor y dolor de esa riqueza que llamamos Perú eso es la literatura peruana”, fueron algunas las significativas frases que resumen la creatividad, vida y temática de este novelista.
Alfredo Bryce, a su vez, realzó la producción literaria de otros escritores peruanos como el gran poeta César Vallejo, quien para él, es una fuente de inspiración. “Leo bastante a Vallejo sobre todo cuando no se me ocurren ideas al momento de escribir. Leo muchos escritores peruanos: Julio Ramón Ribeyro, Mario Vargas Llosa, José María Arguedas. Los escritores peruanos a través de sus libros han contado una gran verdad: la dificultad de ser peruano” adicionó Bryce.
Bryce Echenique se licenció en Derecho, es Doctor en Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima. Además, en la Soborna (París) se diplomó en Literatura francesa clásica, en 1966 Literatura francesa contemporánea, y Magister en Literatura Universidad de Vincennes lo obtuvo en 1975. Desde entonces ha enseñado en varias universidades francesas: Nanterre, Soborna y Vicennes, entre otras.

A sus 70 años, obtuvo distintos reconocimientos: mención honrosa en el concurso Casa de las Américas por su obra “Huerto Cerrado”, Premio Nacional de Literatura en Perú en 1972 y Premio a la Mejor Novela Extranjera en Francia (1974) ambas con su obra “Un Mundo para Julius”, Premio Nacional de Narrativa (1998) con su obra “Reo de Nocturnidad”, entre otros.
Por su parte, el Rector Fundador de la UCV, Dr. César Acuña Peralta, en su breve intervención dijo que hoy – miércoles 27 de mayo- es un día muy especial para la Universidad César Vallejo, por tener la dicha de reconocer a un señor, a un maestro.

sábado, 18 de abril de 2009

Me pondré zapatillas para leer a Vallejo

Hoy recordaba el momento cuando por primera vez leía los versos de Piedra Negra, Sobre Piedra Blanca. Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo. Me moriré en París -y no me corro- tal vez un jueves, como es hoy, de otoño. Profecía Vallejiana.
Han pasado 71 años de su muerte y este 15 de abril volveremos a recordar la intensidad de sus escrituras, de sus párrafos, sus frases, sus versos. Llenos de magnitud y altura evocados por los Heraldos Negros, regresando a Santiago a jugar con los Dados Eternos y buscar el Pan Nuestro de cada día sumergidos entre el Dolor y el Placer por la violencia de las horas.
Jorge Díaz Herrera, autor del libro “El Placer de Leer a Vallejo en Zapatillas”, durante su presentación dijo cosas interesantes tal y como las que trataré de narrar en lo siguiente.
Nosotros conocemos a un Vallejo que se ganó la fama gratuita de ser un poeta pobre, triste y desdichado. Un hombre compungido y el más golpeado por el dolor humano, gracias a temáticas tan recurrentes como la nostalgia, el sufrimiento, el dolor, la injusticia y la angustia frente a la muerte; justamente, porque ningún poeta descifró con tal intensidad e impactante carga emocional esos trances de la vida en sus versos, llegando a provocar en el lector sensaciones insoportables debido a la excesiva carga humana.
Vallejo fue mucho más que eso. Nuestro poeta universal, como cualquier humano, también respiró y se dio tiempo para disfrutar de la buena vida, de ciertos lujos y del humor fino, tal como lo demuestra en muchas de sus poesías
¿Quién más como los amigos para contar ricas e interesantes anécdotas sobre Vallejo?, sostiene Díaz Herrera. Efectivamente, Macedonio de La Torre contaba por ejemplo, que su amigo solía vestir casi siempre de terno plomo, traje con el que lo conocían sus amigos; pero una vez el poeta apareció de terno negro.
¿Estás de duelo?, le preguntó Macedonio y Vallejo le respondió que evidentemente estaba vistiendo duelo por la muerte de su traje plomo.
Díaz Herrera evoca a Alfonso de Silva, músico peruano que compartió gran amistad con el poeta y a quien Vallejo le dedicó una hermosa elegía. Él contaba que sus primeros tiempos en París fueron difíciles. Alfonso tocaba el violín en un restaurante, para ganarse propinas. Conforme lo acordado, Vallejo solía ir por él a las horas acordadas y, por lo general, el músico salía a decirle que se diera una vueltecita más, pues era aún poco lo recaudado.
Finalmente, César y Alfonso concluían instalándose en un decoroso restaurante y pedían un considerable aperitivo hasta agotar las propinas recibidas. Vallejo solía exclamar irónicamente: “¡Qué suerte la nuestra. Tener para abrir el apetito y no para cerrarlo!”. Es decir, Vallejo se reía de la propia vida.
Díaz Herrera recuerda al Vallejo profesor cuando dictaba clases a sus alumnitos de Barranco. En esos días, se ganó entre sus colegas la fama de loco, debido a sus largos silencios y a sus singulares modos de dar clase. Una tarde, en la sala de profesores se hundió en una profunda e inquietante reflexión, a tal punto que uno de los maestros fue a consolarlo:
- ¿Le sucede algo, señor Vallejo?
- Estoy muy preocupado. Muy preocupado, le respondió.
- Pero ¿Cuál es el problema?
- Estoy pensando en la empresa que montaré con un socio exigente.
¿En qué consiste?
- Pensamos en sembrar arroz con pato.
El autor de “Pata de Perro” menciona entre líneas que en la poesía de Vallejo existen versos que, conviviendo incluso con la estirpe dolorosa que los sostiene, éstos siempre están envueltos en una irónica ternura y un sentido del humor personalísimo.
Pero, además del dolor, el sufrimiento y por último, el humor, Vallejo jamás abandonó en su poseía el lenguaje familiar, coloquial, sino que lo transfiguró a la más alta categoría estética, universalizando su habla ancestral y su entorno expresivo más íntimo. La nutriente materna, las palabras del hogar, el habla regional permanecen engrandecidas en los versos del poeta.

UNA TRISTE PARTIDA

Corría el mes de febrero del año 1998, en pleno fenómeno del niño, las aguas se desbordaban por las calles tal cual fuesen ríos. Días antes de lo que en adelante llamaré una triste partida, había sucedido un pequeño desborde de las aguas del río Moche lo que ocasionó el destrozo del cementerio de Mampuesto. Las calles trujillanas fueron inundadas por agua completamente sucia. Su color era como el de la chicha de jora.
Los féretros de algunos infantes navegaban sobre las aguas, como si fuesen embarcaciones en alta mar. La gente no podía creer lo que sus sentidos percibían, las lluvias habían ocasionado un desastre único en Trujillo. Las familias cercanas al foco del problema lo habían perdido casi todo.
Mientras toda la ciudad se sumergía en aquella tragedia, mi familia vivía su propio dolor. Una de las integrantes de tan numerosa estirpe se encontraba muy delicada de salud. Postrada en su cama se encontraba mi “Mashito”, así solía llamarla quien escribe estas letras. Una enfermedad la azotaba y todos nosotros nos desesperábamos al verla sufrir de esa manera.
Su habitación llena de medicamentos y su mirada fija a quien la visitaba era el ambiente de aquel verano del 98. Había días en que la encontrábamos mejor, pero tan sólo era nuestra impresión. Turnos por las noches para cuidarla, de sus sobrinas, mis tías, sus hijas, sus hermanas y todo aquel que quisiera acompañarla, eran parte de la historia.
El calor era insoportable, y ella tan sólo miraba. Nos cogía la mano, pero muy pocas veces hablaba. Su inseparable Coca Cola le hacía la guardia tan igual como todos nosotros. Yo tenía 12 años y tan sólo observaba, pero sentía el dolor de toda mi familia.
Hoy que se recuerda un año más de su muerte repaso su bondad, recuerdo cuánto nos mimaba. Qué tan importantes éramos para ella. Vagamente se cruza por mi mente qué tan unida era toda la familia. Desde aquel 18 de febrero no he vuelto a ver a todos reunidos.
Pero son cosas que tienen que suceder. Dicen que yo era uno de sus consentidos, que hasta me acompañaba al colegio y se quedaba a mi lado para no verme llorar por dejarme solo en la escuela.
Lo que quizás me hace escribir estos pequeños párrafos es lo siguiente: Un día antes de su muerte, 17 de febrero de 1998 para ser más exactos, me encontraba mirando un poco de televisión en una habitación cercana a la de ella, me habían dado la responsabilidad de mirarla de rato en rato para ver si necesitaba algo y de ser así llamar a quien se encontraba en la casa.
Pues hacía lo que me habían sugerido, aún recuerdo su rostro lleno de vida, cuando le preguntaba si necesitaba algo, tan sólo movía la cabeza en señal negativa. No hablaba. Fueron dos o quizás hasta tres veces las que me acerque hasta su dormitorio para hacerle la misma pregunta. Tuve la misma respuesta.
Pasaron unos minutos y escuché su voz mencionando mi nombre, me levanté de la cama y corrí a su llamado. ¿Qué necesitas?, atiné a preguntarle. Me miró fijamente y me preguntó qué me había sucedido. Tenía un esparadrapo en la esquina izquierda de mi labio. Me había mordido un perro días atrás. Le mentí que me había caído.
Hacía mucho que no le escuchaba hablar con nadie y me sorprendió, jamás se me cruzo por mi mente que al día siguiente ya no la tendríamos con nosotros. Luego de haberle mentido - no le gustaban los perros - por eso le dije tal cosa. Otra de las cosas que mencionó fue que siempre me portara bien, tal cosa la dijo cogiéndome de la mano.
Y para finalizar tan corto, pero a la vez tan intenso dialogo, me pidió una gaseosa, su Coca Cola. Javier una de las personas que apoyaba en la casa corrió a comprarla.
Luego me pidió que velara por los demás, yo con mis doce años no entendía a qué se refería. Ahora entiendo, pero no suelo practicarlo.
Ese día no tocaba quedarme en la casa donde se encontraba. Junto a Fátima, mi hermana, nos fuimos para el departamento. Tal y como cuentan las leyendas, parecía que mejoraba aquel día, pero dicen que cuando suele pasar es porque estamos cerca a la muerte.
Esa noche no pude dormir. Como nunca me quedé despierto hasta promediar las dos de la mañana, quizás era parte del presagio. No recuerdo cuál fue la hora que el teléfono sonó y avisaron que se encontraba mal. Todos los que se encontraban en el departamento caminaron a paso ligero hasta la casa de San Andrés.
Por el camino, cuenta la mamá Mery, fueron víctimas de un pequeño asalto, en realidad no fue de mayores proporciones. Ya al llegar donde se encontraba “mi Mashito”, la encontraron agonizando, muy mal, como ellos decían, el sufrimiento era incontrolable. Alicia, Rosa, Fátima, Margarita y todos los que se encontraban a su lado compartían su dolor.
Yo en la casa, con los ojos bien abiertos a la espera de lo que sucediera. Las horas pasaban y al promediar las seis de la mañana dieron la noticia inesperada. Uno de nuestros más queridos seres había fallecido. El dolor inundó la familia, tal y como sucediera con la ciudad hacía unos días por el siniestro del fenómeno del niño. Todo era turbio como aquellas aguas, nadie paraba de llorar.
Avisaron a todo la familia. Las “Marujitas” se encontraban por Huamachuco, ellas llegaron por la tarde, todos empezaron a concentrarse donde se velarían sus restos, el calor era insoportable. Tuvieron que instalar unos ventiladores para sofocar ese inmenso calor.
Ya en su ataúd, decían que parecía que se encontraba dormida – no volví a verla- . Vestía un atuendo azul, un rosario en sus manos y una mirada tal cual estuviera descansando. En paz. Lejos de toda esta inmunda realidad.
Los llantos no cesaban y era natural. Su ataúd era color plateado. Los rezos y los cánticos se escuchaban en aquel salón, hoy convertido en pizzería. Yo observaba cómo todos sentían la muerte de mi Mashito. Yo la guardaba por dentro. La había querido mucho. No concebía lo que sucedía.
La noche se acercaba y la pena era mayor. Todos estaban reunidos. Yo me paseaba por la casa y miraba de lejos el lugar donde su cuerpo estaba postrado. Era increíble ver como decenas de familiares y conocidos de la familia se acercaban a la casa. Las ofrendas florales eran innumerables, pero jamás me acerqué ni siquiera a verla por última vez.
El día del sepelio, entierro, despedida, último adiós o como quieran llamarlo, la Misa tendría que ser imponente y fue así. En el lugar de los grandes acontecimientos religiosos. La Catedral fue el escenario. Lleno total como si fuese un personaje popular, famoso, pero no era así. Ella era una mujer bondadosa, amigable, cortés, era una persona muy querida por todos los que la conocían.
Salimos de la casa, por la tarde, no recuerdo la hora exacta, caminando por el negro y sucio asfalto. El sol oculto, acorde con la tristeza que vivíamos. Vagamente pasa por mi memoria un destello de una niña que lloraba desesperada, era mi prima Claudia. A sus cerca de tres años vivía la muerte de su Mashito, decía que no quería que la metan en la carroza de la funeraria, no recuerdo quién la jalaba de la mano, pero recuerdo a la pequeña con vestido blanco con detalles de flores granates.
Nos dirigimos entonces a la Catedral, y luego caminamos a donde sería su última morada. Cementerio general de Miraflores. Ahí bajo la sombra de un toldo esperaba un padre para dar los últimos rezos a quien se nos alejaba en cuerpo. Había un sinnúmero de personas con los ojos hinchados, rojos, la cara demacrada y con lentes oscuros que se confundían con nosotros.
Luego de haber escuchado las palabras del padre era hora del final. Quizás lo más trágico de esos días que para muchos jamás se terminarán. El dolor y el sufrimiento embargaron a todos. Era de esperarse. Hoy 18 de Febrero que escribo estas letras a once años de su muerte, puedo asegurar que muchos de los que ese día derramaron una infinitas lágrimas hoy ni siquiera se acordaron de ponerle una flor en su nicho o de rezarle un Padre Nuestro, un Ave María. Suele pasar, cuando nos dejan por mucho tiempo te olvidas y más aún cuando dejan este hogar.

miércoles, 8 de abril de 2009

Crónica de una visita esperada

La perfección, la moral, la disciplina, y su talento se refleja en sus obras sin comparación en nuestra lengua. Una extraordinaria ruta, significativa, en donde hasta su candidatura a la presidencia cobra sentido.
Don. Jorge Mario Pedro Vargas Llosa hace que los peruanos amantes de las letras, se sientan apasionados con sus escrituras. Que cuando conversemos en la catedral, o miremos fijamente una casa verde nos acordemos de una ciudad llena de perros buscando un paraíso en la otra esquina para luego, celebrar con la fiesta del chivo y estar junto a los jefes que participaron en la guerra del fin del mundo.
Hoy no anotaré en los cuadernos de don Rigoberto, pero si recordaré esos breves minutos cuando pude escuchar unas cuantas palabras de nuestro tan laureado escritor.
Día 24 del primer mes del año, nuestra Universidad tendría la magnifica oportunidad de contar con la presencia de Don Mario Vargas Llosa, aquel gran escritor contemporáneo de los maleficios del poder, quien ha explorado con más minuciosidad y potencia la atmósfera que rodea a los dictadores y los autoritarios del mundo.
Don Mario Vargas Llosa sería condecorado como Doctor Honoris Causa ante un impresionante marco. Condecoración que obedece al programa de cultura de gratitud y reconocimiento a aquellos personajes y profesionales que contribuyen al desarrollo del país.
Al promediar las 11:05 de la mañana el tan esperado escritor hizo su llegada a nuestro recinto, auditorio “Héctor Acuña Cabrera”, en la entrada fue recibido por el Director de Imagen Institucional, Lic. Juan Carlos Castillo Burga. Ya en sala de recepción, nuestro Rector Fundador, el Ingeniero César Acuña Peralta le estrechó la mano junto a todas las autoridades vallejianas y de nuestra región.
Vargas Llosa escuchaba atentamente la breve reseña de nuestra casa superior de estudios. “Hemos crecido en casi todo el norte del Perú, ahora esperamos extendernos por el sur, para así seguir contribuyendo con el desarrollo del país, que es parte de nuestra visión, recalcaba César Acuña.
Los minutos avanzaban y Vargas Llosa enaltecía la gran solidez del consorcio. Era momento que la ceremonia debería enrumbarse, para ello, las vestiduras, los atuendos – togas – esperaban ser utilizados por los académicos, rector fundador, rector y homenajeado estaban listos para hacer su ingreso al salón principal.
Los flashes de las cámaras y un sinnúmero de hombres de prensa, abarrotaron el ambiente, el respetable recibió de pie entre aplausos a nuestro gran escritor. Aquel que ha descrito la intimidad de un hombre enfrentado al espejo de su baño y las consignas de un líder militar enfrentado a sus soldados. Todos los personajes de la galería de lo humano aparecen en sus libros. Su experimentación con el lenguaje ha sido permanente.
Es uno de los pocos escritores en el mundo que domina estilos diversos que con frecuencia fusiona y contrasta en sus novelas. No parece haber una zona de la vida o una forma del lenguaje cuyo interés le sea ajeno.
Ya en el estrado, Don Mario Vargas Llosa escuchaba atentamente las palabras del Rector, Dr. Sigifredo Orbegoso, quien en un breve mensaje pudo descifrar su tan perfecta carrera de escritor. La presentación no pudo ser más emotiva.
El Dr. José Huamán Delgado tuvo a cargo la lectura de la semblanza del autor de “La Ciudad y los Perros. Sus novelas no son una recreación sino una impugnación de la vida. Esta capacidad de impugnación y de crítica lo define. Cuando entra en una discusión de ideas, es un luchador cuyos argumentos crecen y se hacen más complejos en medio del intercambio.
Al escuchar muchas de las palabras acerca de su vida, recordaba aquel momento, años atrás, cuando leía “El Paraíso en la Otra Esquina”, o cuando mi mente “pervertida” repetía las imágenes de “Pantaleón y las Visitadoras”.También revoloteaban mi cerebro algunas de las frases de “La Ciudad y los Perros” ¡Que me mira cadete!, sin duda que me sentía agradecido por estar presenciado tan grato momento.
Nuestro Rector Fundador fue el encargado, luego de la lectura de la Resolución, de colocar la Medalla y hacer entrega del Diploma que le concede el grado de Doctor Honoris Causa.
Era el turno del homenajeado. En sus primeras palabras dijo: a veces hasta a los mismos escritores nos hacen faltan palabras para explicar o expresar nuestros sentimientos, quizás sea porque nos embarga una emoción que no cuenta con una explicación.
“Estoy profundamente emocionado y agradecido por esta distinción, por las palabras tan generosas que la han acompañado y por la presencia cálida de todos ustedes - dirigiéndose al auditorio-. Verse asociado simbólicamente al claustro de una universidad no es sólo una ocasión de alegría, es también un mandato de rigor ético e intelectual”.
Don Mario, crítico también de su propia imagen. Trasgresor permanente de sí mismo, puede lanzarse a tentar la presidencia de su país y puede actuar sobre un escenario.
“Así recibo este Doctorado Honoris causa de esta universidad joven, pujante. Un eslabón en una cadena de instituciones académicas que se extiende por el Perú y que lleva el nombre ilustre de César Vallejo” palabras que dejaban en silencio absoluto al respetable.
Entre el ruido de la puerta, donde me encontraba, escuchaba sus palabras: el trabajo de un escritor es un trabajo solitario que se hace retirándose del mundanal ruido, enfrascándose en un mundo privado, de sueños, de fantasmas de anhelos y todos los escritores que gozan desde luego con esa hermosa profesión que es la de la literatura, padecen pruebas difíciles y retos que a veces parecen abrumarnos y derrotarnos.
“En esos momentos difíciles yo recordaré siempre esta mañana donde se han dicho cosas tan exageradamente generosas sobre mi persona y mi obra, recordaré la calidez, la hospitalidad, la generosidad de los trujillanos que me han honrado haciéndome Doctor Honoris Causa de la Universidad César Vallejo”.
Al concluir con su breve, pero muy significativo agradecimiento, César Acuña Peralta, hizo mención que hoy – sábado 24- es un día muy especial para la Universidad César Vallejo, por tener la dicha de reconocer a un señor, a un maestro, la mirada de nuestro Rector Fundador era para el homenajeado.
Vargas Llosa es amigo de todos los peruanos, es un hombre que día a día hace grandes cosas por nuestro país y creo que todas las universidades deberían imitarnos.
César Acuña, emocionado por tener en su casa, en la casa de toda la familia vallejiana, replicaba el alto honor que siente como rector al condecorar a nuestro tan grande escritor. Que bueno es saber que todos los triunfadores ahora pasan por nuestra universidad y aceptan ser reconocidos por nosotros, eso refleja que seguimos creciendo y que lograremos ese cambio que tanto anhelamos.
Y es así como se desarrolló este magno evento, que de habérmelo perdido, me hubiese sumergido en un sitial acompañado de lágrimas por no haber estado presente ante cálida y emocionante ceremonia.





martes, 24 de marzo de 2009

Si estuviera muerto


Hoy leía el vespertino más conocido por todos los liberteños, Satélite, en su portada se titulaba sobre la muerte de una jovencita la cual había dejado unas cartas con la razón de su suicidio. Pero al dirigirme a los interiores del diario no encontré transcripción alguna de aquellas misivas.
Aquella noticia despertó mi curiosidad y sobre ello muchas dudas y preguntas sin respuestas. ¿Qué puede pensar una persona antes de morir o cuáles son sus deseos post muerte?, ¿Que se nos cruza por la mente segundos antes de dejar este bello, pero trágico mundo? En realidad eran frases alborotadas que se sumergían en mi cerebro, quizás por el momento que vivía.
Me pondré en situación de uno de ellos, o es más, pensaré estar muerto y me imaginaré todo lo que pueda pasar a mí alrededor.
Relataré mi muerte, tal y como me gustaría que sea. Me gustaría morir en agosto o en abril, no sé porqué, son los meses que se me vienen a la mente. En realidad no tengo idea como ha de suceder, pero quisiera estar dormido y amanecer muerto para tristeza de muchos y beneplácito de otros.
Que mi familia trate de despertarme de mil maneras y yo tenga una cara de felicidad, reflejada en mi sonrisa por ya no estar en este mundo, mis manos juntas en mi pecho, y mi cuerpo frio como el hielo.
Si es que cierto que nuestra alma vaga después de dejar nuestro cuerpo, escucharé los llantos de todo aquel que me quiso. Es donde despiertan los verdaderos amigos que nunca tuve. Mi familia llamará a mi querido trabajo y avisará de mi deceso.
Antes que en el trabajo conozcan de mi muerte, lo sabrá la mujer que amo. Sé que se pondrá mal por haberla dejado de esa manera. Pero siempre me llevará en el recuerdo de sus manos y recordará que la ame más que a nadie.
Me imagino a mi familia corriendo como loca preparando todo para lo que llaman el velorio. A ella la veo triste, pero superará todo con el tiempo.
Yo en mi cama, esperando que lleguen los señores de la funeraria, mi sonrisa sigue siendo la misma, pero mi color ha cambiado. Las horas pasan y el alboroto continúa. Camino por la casa, pero nadie llega a verme, estoy a punto de salir al trabajo, pero tampoco nadie podrá verme.
He llegado y veo mi escritorio desolado, recuerdo a mi amada y quiero verla por última vez, ya no podré sentir sus labios, pero su amor estará impregnado hasta donde el señor que me ha llevado decida dejarme.
Veo unos señores de negro que me inyectan un líquido conocido como formol, ya no siento nada y es la primera vez que me colocan una inyección, me tratan como un muñeco, me alzan y me llevan al ataúd.
Mi familia llora desesperadamente, ahora siento que a pesar de mi forma de pensar me querían. Al no verla decido ir a buscarla, intento tomar un taxi, pero todos se pasan de largo, por más que levanto la mano ninguno llega a parar, que pena por mí, acabo de recordar que estoy muerto.
No hay más opción que caminar, pero alguien llega a levantarme de los brazos y me lleva a mi destino. Al llegar vi su rostro demacrado, el amor de mi vida se encontraba, tan mal como mi familia, no puedo ver esas escenas de llanto y decido regresar a mi casa.
Mi cuerpo esta tendido en aquel ataúd, mi sonrisa sigue tan igual desde aquel momento que no desperté jamás. Mucha es la gente que acude a rezarme, algunos me insultan, y menciona pobre idiota, otros miran y no entiende porque he muerto.
Yo tampoco entiendo porqué escribo estas letras, si en realidad estoy vivo, deseando estar muerto, pero aún gracias a Dios no sabemos cómo será nuestra muerte, pero la mía espero sea tal cual la he narrado.

viernes, 2 de enero de 2009

El fútbol, nuestro tan amado deporte, sin actitud y en decadencia


Por: César Lescano G.- Siempre he querido escribir sobre fútbol, pero jamás pase de notas periodísticas o crónicas de una que otra vivencia con el equipo que representa a la Universidad César Vallejo. Vivencias suscitadas en dos oportunidades, en la ciudad de Huaraz y Sullana donde tuvo que enfrentarse a sus similares del Sport Ancash y Alianza Atlético.
Quizás el 2008, fue el año que pude entender la pasión por el deporte rey. Pasión con la que miles de personas vibran en un estadio por ver las jugadas de los once guerreros que tratan de hacer lo imposible por llenar de goles el arco contrario.
Recuerdo que cuando escuchaba hablar de fútbol, muchos decían que nuestro país se encuentra en una especie de cuidados intensivos, debido a su mediática forma de ser conducido en forma informal, lejos del perfil moderno que manejan países que han alcanzado convertir a sus selecciones en exitosas. Éxito por los títulos alcanzados y el reconocimiento de gran parte del mundo.
Sin embargo, para que todo esto cambie deberíamos implementar y/o insistir a que elaboren programas adecuados, de largo aliento, con énfasis en el trabajo con los menores. La obligación que deben tener los clubes a permanecer activas sus respectivas divisiones menores, dicen los expertos.
A pesar de la mala conducción de nuestro tan amado deporte no dejamos de apoyar a quienes nos representan. Me lleva a la memoria muchas tardes y noches cuando vibramos frente a un televisor o en un estadio por ver jugar a nuestra selección, pero sin duda imagino que mis antecesores vibraron mucho más al oír narrar un partido por radio de nuestras viejas glorias del fútbol.
Entonces me pregunto tal y como lo hiciera – sin encontrar respuesta – el célebre escritor peruano Mario Vargas Llosa en su novela ‘Conversación en la catedral’, ‘¿En qué momento se jodió el Perú? Claro que para los amantes del fútbol enfocamos la pregunta desde una perspectiva futbolística. Quien escribe estas letras nunca vio jugar a nuestro país en un mundial y quizás esa sea la búsqueda a tan efusiva interrogante.
Para entender esta infinidad de dudas del porque no hemos podido llegar a tan preciada competencia desde el último mundial – que participamos - en España en el año 1982 – aún no nacía – cabe recabar un sinnúmero de opiniones y teniendo gran información citada por expertos en la materia, expongo una de ellas.
No hace mucho el gran Teófilo el “Nene” Cubillas tuvo la gentileza de estar unas horas por tierras trujillanas y es donde recalca quizás una de las razones de porque nuestros futbolistas suelen pensar con actitud negativa, la cual para él es uno de los factores preponderantes para que nos sintamos perdedores antes otros equipos del continente.
Quizás, lo ideal sería que para empezar deberíamos cambiar nuestra conducta de vida, recuperando los valores morales y la decencia que se ha ido perdiendo de a pocos. Que el peruano se sienta peruano de verdad, que ame y defienda su tierra como a su familia, no ser peruano solo de nacimiento sino por amor, estar orgullosos de nuestra cultura, superando complejos ridículos de inferioridad y/o superioridad.
Tomando ejemplos de países mucho más desarrollados en lo deportivo, lo ideal sería, entonces, que cada club que participe en el torneo profesional tuviera todas sus divisiones inferiores completas y en competencia de manera alterna al campeonato de primera división. La participación del futuro futbolístico de nuestro país sería en masa, así se les estaría dando la continuidad y experiencia que necesita todo jugador de fútbol sin excepción. Pero para organizar algo así debemos volver a ver hacia arriba, a los más exitosos.
Lo más indignante no es esto, sino lo que hacen muchos futbolistas que amparados en esta historia vacía y negativa, comentan (sin la menor molestia) después de cada fracaso: “Lamentablemente es nuestra realidad”, ‘No es nuestra culpa, esto viene desde hace mucho tiempo’.
El “Nene” en su intervención señalaba que si vamos a adoptar esa filosofía facilista, mejor no volvamos a participar en ninguna competencia Internacional, porque si nuestros futbolistas se creen incapaces de modificar la historia: ¿para qué diablos compiten? Esa tonta frasecita – ¿será peruano su autor?– que afirma que ‘lo importante no es ganar sino competir’ es una aberración más grande que el Estadio Nacional, ésa es la frase de los fracasados. ¿No se dan cuenta que es ése pesimismo es el que no les permite lograr algo importe?
Tomé mucha atención a aquellas frases del “Nene Cubillas”, que sin duda, era indispensable tomarlas en cuenta por la experiencia que cuenta nuestro tan laureado deportista.
Terminando de escribir estas letras, quedo convencido, que a pesar de mi corta edad tengo la certeza que el fútbol peruano nunca ha alcanzado un lugar de renombre, esa es una verdad absoluta, pero también es cierto que nadie se anima a construir poco a poco una historia grande para nuestro fútbol.
Sé que no vamos a clasificar a Sudáfrica 2010, pero a pesar de eso alentaré (como el que más) a mi equipo, me ilusionaré si arrancamos ganando, me pondré de pie si veo que el loco Vargas se desborda por una de las bandas del gramado y logra en los últimos segundos anotarle un gol a los grandes y me exaltaré, más aún, si llegamos a las postrimerías de las eliminatorias con algunas chances, pero estoy seguro que mientras este mediatismo –por el objetivo a corto plazo – persista nunca más estaremos en un mundial de fútbol. Porque si no empezamos desde abajo no habrán resultados, los logros no se consiguen de golpe, el éxito es un vasto proceso que conlleva generaciones futbolísticas perdidas.
El más claro ejemplo es Argentina. Los albicelestes luego de ser inesperadamente eliminados por los peruanos en 1969 se replantearon las cosas. Hicieron una reingeniería de su modelo futbolístico y los resultados se dieron casi una década después cuando ganaron la Copa del Mundo en 1978.
Nosotros no queremos un proceso a largo a plazo, pareciera que confiamos en el azahar, en un golpe de suerte que nos haga llegar otra vez a un mundial. Pero lo dijo Voltaire: “Azahar es una palabra vacía de sentido, nada puede existir sin causa”.
Entonces, cabe la conclusión que para mejorar en cualquier aspecto de la vida lo primero que se debe hacer es trazarse un objetivo claro, conciso y ambicioso, el cual esté estructurado por diferentes etapas debidamente estudiadas, que al ser alcanzadas marquen el paso a una evolución y por consiguiente al éxito final.
El fútbol es parte de nuestras vidas, por lo tanto, no se exime a esta teoría, o sea que si no se tiene la posibilidad de crear una metodología capaz de reformar fracasos, el estudio y la investigación de los exitosos debería ser la medida inmediata a la cual recurrir. Cuando reconozcamos este pequeño detalle estaremos empezando a cambiar.