Eran aproximadamente las diez de la noche del día martes cinco de marzo y estábamos listos para emprender nuestro primer viaje en búsqueda de la noticia. Nuestro destino se encontraba a seis horas de la ciudad Primaveral. Sullana nos albergaría por unas horas, abrazándonos con sus 30º de temperatura. La noticia que buscábamos era la de un triunfo, aunque que era complicado, sabíamos que el cuadro poeta, haría todo lo posible. Llegamos -a Piura- al promediar las cuatro de la mañana. Al bajar del bus, fuera del Terminal, barredores, comerciantes pernoctaban cual fuera las diez de la noche. Vendedores de periódico empezaban a vocear las crónicas del día. Decidimos alejarnos. Caminando en búsqueda de hospedaje llegamos hasta la plaza de armas. Uno de los compañeros de viaje moría de sueño. El más experimentando de la comitiva, contaba sus anécdotas. Sus viajes, la pasión del fútbol. “Yo viaje a un mundial, a una copa libertadores, las eliminatorias. Cuando trabajaba en la industria”. Conversando interminablemente llegó la hora de emprender un nuevo recorrido. La aurora se reflejo un poco más tarde de lo acostumbrado. Llegamos al Hotel donde estaban hospedados, el profesor Roberto Arrelucea madrugó a leer los diarios. Desde ese momento sentí que el triunfo se veía venir. Nos comunicaron que al promediar las once de la mañana saldríamos rumbo a Sullana. Luego de un suculento desayuno, en una cafetería del centro de Piura. Caminamos un momento conociendo uno que otro atractivo. Eran las diez de la mañana y el sol se encontraba en todo su esplendor. El calor era insoportable. De vuelta al hotel, subimos al bus y ahora a Sullana. Los jugadores iban cantando y convencidos que harían un buen partido. En el transcurso del viaje el gerente deportivo del equipo poeta me ilustraba acerca de las ciudades cercanas a Piura. Breve charla. Me dedique a escucharla atentamente por la forma como la contaba. Ya en Sullana, las moto taxi, la gente sin polo, sus calles angostas, vendedores de agua y otros comerciantes miraban al bus que transportaba al equipo poeta. Curiosamente pude observa que el agua era vendida en todas las formas, en bolsa, en baldes. Todo por saciar la sed inmensa, culpa del insoportable calor. Al ingresar al Campeones del 36. Muy pocos eran los mortales que estaban presentes. La sed se apoderó de nosotros. Tres botellas de agua helada en la mano y otras más encargadas para evitar que el sol las convierta en agua lista para un café. La escuadra poeta salió como de costumbre a realizar su calentamiento. Algunos miraban al sol como diciendo ocúltate. La cancha, según los experimentados jugadores, tenía el gramado más alto de lo esperado. Parecían no tener problemas. Algunos poetas ya habían jugado en esta ciudad. El ENCUENTRO Una de la tarde. El sofocante calor no fue obstáculo para que la escuadra vallejiana consiguiera su segunda victoria consecutiva tras derrotar al Alianza Atlético de Sullana en el mismo Campeones del 36 por 3-1. Se dio inicio al encuentro en medio de 1000 espectadores. Los poetas recibieron el primer tanto a los 4 minutos por intermedio del colombiano Jaime Ruiz, quien aprovechó la habilitación de César Casas. Después del primer tanto observé que una aguerrida delegación ingresaba al estadio con colores vallejianos. Si, los poetas tenían barra en la ciudad de Sullana. Eran muchachos de la filial Piura. Alentaba con todas las ganas del mundo al equipo poeta. En ese momento de alegría exactamente a los 24 minutos, el paraguayo Richar Estigarribia cristalizó en gol un buen desborde de Lee Andonayre, quien deshizo la zaga sullanense. Siete minutos después, Erick Torres nos puso de tiro penal. Los trujillanos, que armaron un gran equipo para el torneo, aguardaron los errores defensivos del cuadro local, cosa que sucedió, aunque nadie pensó que podrían darle vuelta al marcador tan pronto. Pero el descalabro llegaría en el segundo tiempo, pues tras dominar y buscar el empate los 45 minutos que dura la etapa, a los 46, nuevamente Estigarribia pondría cifras definitivas y sentenciaría la humillación de los churres en su estadio. De regreso a la ciudad de Trujillo, la alegría embargaba el bus que nos trasladaba. El equipo poeta había demostrado gran parte de su potencial. Consiguieron un triunfo importantísimo. Las malas actuaciones de los árbitros ante Cristal habían quedado atrás. Esperaban ganar el domingo 09 a los victorianos. La concentración, los ánimos y la forma como llegaban no podría ser mejor. Al llegar a Trujillo observo mi archivo detenidamente y saco una que otra conclusión del equipo representativo de la Universidad César Vallejo. Hasta el día que escribo estas letras han pasado seis de las trece fechas de la primera rueda del torneo apertura y los resultados han sido adversos para nosotros, no por el juego del equipo poeta, sino por la mala actuación de los árbitros. Hasta el momento, de haber obtenido un buen resultado con cristal y alianza hubiésemos sumado trece puntos y estaríamos dentro de los siete primeros. Pero como mencioné líneas arriba, estos dos “grandes” equipos fueron ayudados por los hombres de negro. Lastimosamente el juego ordenado y bien definido en sus líneas de la escuadra poeta no sirvió de mucho. Vallejo a la sexta fecha del campeonato demuestra grandes posibilidades, esperemos que para el partido con Universitario de Deportes, no exista una controvertida actuación de los árbitros. De lo contrario la protesta y la bronca trujillana no se hará esperar.
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