Trujillo agosto de 2007. César Acuña Peralta, presidente del Club Social y Deportivo Universidad César Vallejo, en una sorpresiva visita al estadio Mansiche, dijo: “Mi compromiso es devolver a la afición trujillana el deporte rey, es por ello que vengo hacia ustedes a revalidar mi confianza y felicitarlos por los logros obtenidos hasta el momento, logros que estoy seguro traerán de regreso el fútbol profesional al gramado trujillano. Tales declaraciones las realizó tras aparecer en los cotidianos entrenamientos que realizaba el club estudiantil, donde conversó con los jugadores y el comando técnico por el lapso de una hora. El equipo “poeta” en ese entonces venía de recuperar la punta ante un difícil Atlético Minero, al ganar por 2-0. Con este resultado obtuvo 22 puntos mientras que su rival de turno se quedó en el segundo lugar con 20, lo que le dio tranquilidad a la UCV para ir a disputar el último partido de la primera rueda en la ciudad de Cajamarca ante la UTC y buscar mantener esta privilegiada ubicación.
EL ÚLTIMO PARTIDO
Once de noviembre. 3: 30 p.m. Estadio Mansiche, ante un marco espectacular, la risa y las lágrimas se mezclaban en un solo sentimiento. Aquella aguda sensación interminable de alegría se apoderaba de un plantel que hizo más de lo justo y necesario para regresar al primer nivel futbolístico nacional. El "Maharajá" no sabía qué hacer. Se cogía el pelo, sudaba, daba indicaciones. El comando técnico caminaba desesperado. Algunos escuchaban radio. Les importaba el resultado del Minero. Una banda de músicos hacía lo suyo, tras marinera y marinera los dirigidos por Arrelucea empezaba a bailotear a los cajamarquinos. Nada surtía efecto. Pasaba el tiempo y el encuentro se transformo en una contienda de tibios intentos. El portero Riofrío, titular del UTC de Cajamarca, demoraba las acciones. El hombre de negro advertía que su actitud no era la correcta, al parecer a éste no le importaba. Pasaban los minutos y una mala reacción de Riofrío ante un recogebolas propició que el árbitro del encuentro le indique la cartulina roja, dejando con 10 hombres a su equipo. A partir de ese instante, el partido fue otro. Ricardo Caldas, fiel a su estilo, se encargaría de colocar el primero, ante el grito incesante de las tribunas del coloso trujillano. Víctor Carbajal pondría el segundo, con el que terminó el primer tiempo. En la segunda mitad, el equipo fue uno solo. Los "oles" en las tribunas no se hicieron esperar. Carbajal, nuevamente se hizo presente en el marcador a los 32 minutos. Caldas pondría su cuota goleadora a los 37. Como era de esperarse, Luís Cordero, de buena actuación en el partido, le daría su toque personal con un soberbio remate a los 42 minutos fuera del área que dejaría sin chance al portero suplente, Guido Medina. Un minuto después, Caldas colocaría, una vez más, su sello en la goleada trujillana. La gente se desesperaba, las tribunas gritaban, la emoción de los hinchas “poetas” era indescriptible, los músicos tocaba hermosas marineras que hacían percibir que el equipo vallejiano escribiría su mejor poema. El comando técnico de la UCV alzaba los brazos para que el público aliente aún más a su equipo. El partido estaba a punto de terminar. Pero sabíamos que aún no podríamos celebrar, hasta que el partido que se desarrollaba en Callao entre Hijos de Acosvinchos y Atlético Minero no concluyera y la posibilidad de forzar a un partido extra con los "mineros" acrecentaba la incertidumbre. Miradas al cielo y abrazos entre los jugadores convertían aquellas imágenes en verdaderas postales de fe. Hasta que alguien dijo: ¡Campeonamos carajo! Los abrazos y el llanto no se hicieron esperar. La gente invadió el campo de juego mezclándose en un solo sentimiento de euforia y júbilo. "Este partido se lo dedico a mi familia. Es como un sueño hecho realidad. La verdad que estoy muy emocionado con el resultado y lo hecho por estos muchachos. Han demostrado que son excelentes deportistas y buenas personas. No dudo que pueden llegar lejos en su carrera. Este triunfo va para todo Trujillo, se lo merece", sostuvo, con la voz entrecortada, el profesor Arrelucea. El goleador del elenco "poeta" no podía estar ausente, ni en las declaraciones. Ricardo Caldas también mostró su alegría. "Sabíamos que llegaríamos lejos. Este es un grupo maravilloso. Siempre nos dimos íntegros con el equipo y con esta ciudad que nos apoyó a muerte. De ahora en adelante es otra historia", sostuvo.
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