Por: César Lescano G.- Hace 70 años, un viernes santo, 15 de abril de 1938, su cuerpo partió de este mundo, pero sigue más vivo que nunca a través de sus obras, que han sido traducidas a varios idiomas. En esta fecha el mundo le rinde honores, pleitesía.
Sin discusión, el poeta peruano más grande de todos los tiempos, una figura capital de la poesía hispanoamericana del siglo XX -al lado de Neruda y Huidobro- y una de las voces más originales de la lengua española. Su complejo mundo poético se distingue por un profundo arraigo al ámbito familiar; las experiencias del dolor cotidiano y la muerte; la visión del mundo como un lugar penitencial sin certeza de salvación; la solidaridad con los pobres y desamparados del sistema capitalista; y la fe en la utopía revolucionaria prometida a los hombres por el marxismo. En diversas etapas de su obra se notan los influjos del modernismo, la vanguardia, el indigenismo, la poesía social y el impacto de acontecimientos históricos, como la Guerra Civil española.
Nació en Santiago de Chuco, en el seno de una familia con raíces españolas e indígenas. Desde niño conoció la miseria, pero también el calor del hogar, lejos del cual sentía una incurable orfandad. Su Secundaria la estudio en el Colegio San Nicolás de Huamachuco, luego en la Universidad de Trujillo, ciudad donde recibió el estímulo de -la bohemia- local formada por periodistas, escritores y políticos rebeldes. Allí publicó sus primeros poemas antes de llegar a Lima a fines de 1917.
Este genial poeta, él cual tiene una inmensidad de seguidores, estudiosos, críticos. Llamados por algunos vallejianos, vallejófilos, vallejianos. etc. no sólo merece un homenaje a su altura, sino también merece estar perennizado en la mente de todos los peruanos. Por tal motivo, la Universidad César Vallejo le rindió tributo en el mes de su muerte y en el mes de las letras. Los amantes de Vallejo y todos los trujillanos disfrutaron de todo un espectáculo cultural en el Festival Internacional de la Poesía "César Vallejo".
Para este evento se tuvo la presencia de los poetas Justo Jorge Padrón (España), Jorge Ariel Madrazo (Argentina), Reynaldo Lacámara (Chile), Roberto Arizmendi (México), y el crítico Richard Cacchione (EE.UU); además de poetas nacionales como Luis La Hoz, Arturo Corcuera, Tomás Escajadillo, José Luis Ayala, entre otros.
También estuvieron presentes poetas locales, entre ellos: Alberto Alarcón, Wellington Castillo, Hugo Díaz Plasencia, Antonio Fernández Arce y Saniel Solano.
Para este Festival, la UCV contó con el apoyo de la Fundación Marco Antonio Corcuera, cuya organización, conjuntamente con la Alta Dirección de esta casa de estudios, organizó un nutrido programa de recitales, conferencias magistrales, festivales de música, danza, y la presentación de la película Paco Yunque, además de la presentación de textos literarios.
Vallejo durante esta semana llena de literatura, convirtió a Trujillo en la capital de los festivales internacionales, la capital de la poesía, a la que tiene derecho por los blasones de su rica tradición literaria, cuna de la formación, desde los años escolares hasta la universidad, del autor de Poemas Humanos.
En esta ciudad aparece su primer libro, Los Heraldos Negros (impreso en 1918), uno de los más representativos ejemplos del postmodernismo, tras las huellas de Leopoldo Lugones y Julio Herrera y Reissig. En 1920 hace una visita a su pueblo natal, donde se ve envuelto en unos disturbios que lo llevarán a la cárcel por unos tres meses; esta experiencia tendrá una crítica y permanente influencia en su vida y obra, y se refleja de modo muy directo en varios poemas de su siguiente libro, Trilce (1922).
Se considera a Trilce como un momento fundamental en la renovación del lenguaje poético hispanoamericano, pues en ella vemos a Vallejo apartándose de los modelos tradicionales que hasta entonces había seguido, incorporando algunas novedades de la vanguardia y realizando una angustiosa y desconcertante inmersión en los abismos de la condición humana que nunca antes habían sido explorados.
Qué diría el gran Vallejo hoy al observar este homenaje. Quizás recordaría aquella frase que mencionó en Huamachuco tras un recital donde esperaba aplausos del público, pero estos no llegaron, entonces exclamó “¿Cómo no me aplauden? A mi que llegaré a ser mas grande que Rubén Darío y tendré el orgullo de ver a América postrada a mis pies…”
César… Te equivocaste al mencionar esas palabras, no sólo América está postrada a tus pies, sino todo el mundo.
Un claro ejemplo es el Festival Internacional de Poesía donde poetas y escritores de varios continentes llegaron a Trujillo a confraternizar con nuestros jóvenes valores, a decirnos sus versos y a enseñarnos que los seres humanos que leen poesía y se acercan a ella siempre serán mejores.
ALGUNOS DATOS DEL FESTIVAL
También fue proclamado como Doctor Honoris Causa al poeta español Justo Jorge Padrón, voceado como Premio Nobel de Literatura.
En el marco de este Festival, el poeta ganador fue galardonado con el Premio “Marco Antonio Corcuera”, además del trofeo correspondiente.
El premio consta por un cheque de 2,000 dólares donados por la Universidad César Vallejo, que será entregado en acto público en el Salón Consistorial de la Municipalidad de Trujillo.
El premio también comprende el trofeo de la estatuilla “La espiga de oro”, obra escultórica de la artista Rosamar Corcuera.
Artículo Publicado en Enfoque Diario La Industria el día 13-04-2008