La Parada del Gallardete
Tradición Huamachuquina Única en su género
Por: César Lescano G.- Hace unos días que había decidido el lugar donde pasaría las Fiestas Patrias, Huamachuco se tornaba atractivo y más aún por celebrarse el 29 de Julio, la tradicional parada del gallardete que marca el inicio de sus festividades en Honor a la Santísima Virgen de Alta Gracia.
Decidido el lugar donde pernoctaría durante los días patrios, enrumbe hacía la Muy Ilustre y Fiel Ciudad de Huamachuco. El viaje duraría aproximadamente unas cinco horas por una carretera afirmada y con unos cuantos tramos asfaltados.
Tal como menciono líneas arriba. Llegué a Huamachuco en horas de la madrugada, el frio era abrumador, pero las ganas de observar tan magno evento calentaban la penumbra huamachuquina.
Ya en la mañana del 29 los cohetes anunciaban el traslado del madero que serviría para la parada del gallardete, un aproximado de 200 republicanos participan del transporte del madero. Ellos llegan al punto donde el madero esta secando, que en esta ocasión fue un lugar llamado Colpa Baja. Para el traslado del pesado madero se colocan delgados travesaños y se colocan en dos filas una a cada lado del madero. La selección de la ruta es parte interesante del proceso.
La donación del gallardete y la donación del madero generan una competencia por prestigio entre los habitantes del pueblo y las huarangas. Cada año los donantes tratan de brindar un mejor madero y un mejor gallardete que el año anterior.
Antes de mover el palo, éste debe ser bendecido por el sacerdote. La huaranga alta tiene la tarea de cargar la mitad superior y la huaranga baja la mitad más pesada, debido a que tiene más participantes. De tiempo en tiempo se hacen paradas para descansar, "armarse" (masticar coca) y beber chicha. Por lo general durante éstos descansos se producen conversaciones sobre el progreso alcanzado y comparaciones con los años anteriores. Durante todo el proceso de transporte del madero, el "cajero" o "maestro" toca su música.
Al promediar las 11:00 de la mañana, el mástil ingresaba a la Plaza de Armas. Ya en lugar donde sería levantado es pintado con los colores del Pabellón Nacional. Mientras los republicanos realizan una especia de mito o tradición, bebiendo y descansando para que unas horas más tarde vuelvan al trabajo.
Para levantar el leño se utilizan "tijeras" que son confeccionadas con dos mandayes que se amarran en la parte superior, así mismo se usan cuerdas amarradas en varios lugares del madero, éstas cuerdas serán usadas para jalarlo y colocarlo en un hoyo que ha sido cavado previamente de unos 2 metros de profundidad.
La población se mezclaba con los turistas, miles eran los afortunados en observar este certamen único en su género. Cuando el reloj marcaba las tres de la tarde, gallardete “asomaba” por una de las calles principales, éste era paseado por todas las autoridades acompañados de una banda de músicos.
El tradicional paseo se realiza por todo el perímetro de la Plaza de Armas. Mientras la gente baila al compás de la banda, en la Catedral se observa a su Santa Patrona, la Santísima Virgen de Alta Gracia, quien es sacada de su trono “para observar a sus fieles realizar éste acto”.
Ya frente a la Catedral el sacerdote bendice el estandarte y todo queda listo para proceder a la Parada del Gallardete.
De mil a dos mil personas participan en este proceso, algunos jalando las cuerdas donde es que se necesita más gente; y otros en las "tijeras". Cuando empieza a erguirse derecho, caen las tijeras y las cuerdas se mueven en dirección de los cuatro puntos cardinales para mantener su estabilidad dentro del hoyo, donde los comuneros rápidamente lo llenan de tierra y piedras.
“En otras ocasiones el madero es muy pesado y cae estrepitosamente, lo que trae como consecuencia que los comuneros reinicien el proceso redoblando esfuerzos” repiten algunos pobladores.
Durante todo este proceso el "cajero" y las bandas de músicos tocan incansablemente, combinándose con los gritos de la gente y el reventar de las avellanas preparadas para esta ocasión.
T- 30-7-08
Decidido el lugar donde pernoctaría durante los días patrios, enrumbe hacía la Muy Ilustre y Fiel Ciudad de Huamachuco. El viaje duraría aproximadamente unas cinco horas por una carretera afirmada y con unos cuantos tramos asfaltados.
Tal como menciono líneas arriba. Llegué a Huamachuco en horas de la madrugada, el frio era abrumador, pero las ganas de observar tan magno evento calentaban la penumbra huamachuquina.
Ya en la mañana del 29 los cohetes anunciaban el traslado del madero que serviría para la parada del gallardete, un aproximado de 200 republicanos participan del transporte del madero. Ellos llegan al punto donde el madero esta secando, que en esta ocasión fue un lugar llamado Colpa Baja. Para el traslado del pesado madero se colocan delgados travesaños y se colocan en dos filas una a cada lado del madero. La selección de la ruta es parte interesante del proceso.
La donación del gallardete y la donación del madero generan una competencia por prestigio entre los habitantes del pueblo y las huarangas. Cada año los donantes tratan de brindar un mejor madero y un mejor gallardete que el año anterior.
Antes de mover el palo, éste debe ser bendecido por el sacerdote. La huaranga alta tiene la tarea de cargar la mitad superior y la huaranga baja la mitad más pesada, debido a que tiene más participantes. De tiempo en tiempo se hacen paradas para descansar, "armarse" (masticar coca) y beber chicha. Por lo general durante éstos descansos se producen conversaciones sobre el progreso alcanzado y comparaciones con los años anteriores. Durante todo el proceso de transporte del madero, el "cajero" o "maestro" toca su música.
Al promediar las 11:00 de la mañana, el mástil ingresaba a la Plaza de Armas. Ya en lugar donde sería levantado es pintado con los colores del Pabellón Nacional. Mientras los republicanos realizan una especia de mito o tradición, bebiendo y descansando para que unas horas más tarde vuelvan al trabajo.
Para levantar el leño se utilizan "tijeras" que son confeccionadas con dos mandayes que se amarran en la parte superior, así mismo se usan cuerdas amarradas en varios lugares del madero, éstas cuerdas serán usadas para jalarlo y colocarlo en un hoyo que ha sido cavado previamente de unos 2 metros de profundidad.
La población se mezclaba con los turistas, miles eran los afortunados en observar este certamen único en su género. Cuando el reloj marcaba las tres de la tarde, gallardete “asomaba” por una de las calles principales, éste era paseado por todas las autoridades acompañados de una banda de músicos.
El tradicional paseo se realiza por todo el perímetro de la Plaza de Armas. Mientras la gente baila al compás de la banda, en la Catedral se observa a su Santa Patrona, la Santísima Virgen de Alta Gracia, quien es sacada de su trono “para observar a sus fieles realizar éste acto”.
Ya frente a la Catedral el sacerdote bendice el estandarte y todo queda listo para proceder a la Parada del Gallardete.
De mil a dos mil personas participan en este proceso, algunos jalando las cuerdas donde es que se necesita más gente; y otros en las "tijeras". Cuando empieza a erguirse derecho, caen las tijeras y las cuerdas se mueven en dirección de los cuatro puntos cardinales para mantener su estabilidad dentro del hoyo, donde los comuneros rápidamente lo llenan de tierra y piedras.
“En otras ocasiones el madero es muy pesado y cae estrepitosamente, lo que trae como consecuencia que los comuneros reinicien el proceso redoblando esfuerzos” repiten algunos pobladores.
Durante todo este proceso el "cajero" y las bandas de músicos tocan incansablemente, combinándose con los gritos de la gente y el reventar de las avellanas preparadas para esta ocasión.
T- 30-7-08